Dios se nos manifiesta

Génesis 28:10-17


El sueño de Jacob en Betel


10 Jacob partió de Berseba y se encaminó hacia Jarán.11 Cuando llegó a cierto lugar, se detuvo para pasar la noche, porque ya estaba anocheciendo. Tomó una piedra, la usó como almohada, y se acostó a dormir en ese lugar.12 Allí soñó que había una escalinata apoyada en la tierra, y cuyo extremo superior llegaba hasta el cielo. Por ella subían y bajaban los ángeles de Dios.13 En el sueño, el Señor estaba de pie junto a él y le decía: «Yo soy el Señor, el Dios de tu abuelo Abraham y de tu padre Isaac. A ti y a tu descendencia les daré la tierra sobre la que estás acostado.14 Tu descendencia será tan numerosa como el polvo de la tierra. Te extenderás de norte a sur, y de oriente a occidente, y todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti y de tu descendencia.15 Yo estoy contigo. Te protegeré por dondequiera que vayas, y te traeré de vuelta a esta tierra. No te abandonaré hasta cumplir con todo lo que te he prometido.»   16 Al despertar Jacob de su sueño, pensó: «En realidad, el Señor está en este lugar, y yo no me había dado cuenta.»17 Y con mucho temor, añadió: «¡Qué asombroso es este lugar! Es nada menos que la casa de Dios; ¡es la puerta del cielo!»
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La promesa de Dios a Abraham, continuada en Isaac y reafirmada en Jacob establece el camino hacia el Nuevo Testamento viviente que es Jesús.  Estos son ancestros de Jesús.  Dios es claro al decir que, sus descendientes serán muchos. Tantos que no se podrán contar.  Esa promesa tiene alcance hasta hoy.

¿Será que Dios no solo hablaba de la descendencia carnal, física, material? 
¿Será que también se refería, a la familia cristiana que hoy existe ?

Dios desde tiempos antiguos ha establecido distintas maneras de comunicarse con nosotros.  Jesús nos enseñó cuáles eran y son los básicos de la fe, que debemos practicar sin parar para estar en la misma frecuencia radial con Dios.  Y así podremos recibir las llamadas de Dios cuando sea necesario.  Y escucharlo cuando lo necesitamos.

Esta lectura y la del Nuevo Testamento correspondiente a las lecturas de hoy, mencionan a los Ángeles de Dios.  En la lectura de San Juan habla del encuentro de Jesús con Nataniel, al decirle que él era un verdadero israelita y que no creyera porque Jesús le citó algo de su pasado, porque sucederían cosas aún más grandiosas, como por ejemplo, ver a los Ángeles subir y bajar del Cielo rodeando al Hijo de Dios.

Si estamos listos para ello, si creemos lo suficiente y aceptamos que Dios está en control, Él podrá manifestarse en nuestras vidas por cualquier medio que Él decida. El puente o el medio pueden ser sus ángeles, nuestro prójimo, alguien hablando en radio o televisión, el Internet, un colega, un familiar, la naturaleza, un sueño, un recuerdo, etc.  Dios se nos manifiesta de muchas maneras pero, primero hay que creer.

Si CREES, CREAS. 

Es así lo creas o no.

Es aquí donde las palabras de Mateo 7:7-8 cobran mucho valor.  Hay que saber pedir, hay que saber buscar, tocar a la puerta de Dios.  Y si no sé qué pedir, pedirle a Dios nos indique qué necesitamos y que la respuesta a nuestra oración sea clara, que la podamos entender y ver.

Pide a Dios lo que necesites y prepárate para su respuesta y su manifestación en tú vida.  Pero recuerda, tienes que creer que es posible para que Dios se manifieste.