Domingo 8 de junio de 2017
GOTAS DE AMOR DE JESÚS.
Lecturas: Salmo 8. Génesis 1:1 ---2:4ª. 2Corintios 13:11-13. Mateo
28:16-20.
Salmo 8: (7) le diste autoridad
sobre tus obras, lo pusiste por encima de todo: 7 (8) sobre las ovejas y los
bueyes, sobre los animales salvajes, 8 (9) sobre las aves que vuelan por el
cielo, sobre los peces que viven en el mar, ¡sobre todo lo que hay en el mar! 9
(10) Señor, soberano nuestro, ¡tu nombre domina en toda la tierra!
Se nos dio autoridad sobre todo
para servir y cuidar.
Génesis 1:4 → y vio que la luz era buena; y separó Dios la luz de las
tinieblas.
2
Corintios 12:13 → 13
Perdónenme si los ofendí, pero sólo en una cosa han sido ustedes menos que las
otras iglesias: ¡en que yo no fui una carga para ustedes!
El evangelio: La gran comisión.
El
relato de la creación en el libro del Génesis nos muestra la necesidad de un
pueblo, de poner orden en sus creencias e ideas sobre Dios. En este camino
emprendido siglos atrás descubrieron cosas maravillosas que han hecho de este
pueblo una nación numerosa, con una identidad sin igual.
En
su forma de pensar existe una preocupación por el origen de las cosas, y del
rol que tiene el ser humano en medio de toda la creación. Especialmente porque
es el único ser, que piensa. Eso, según lo que científicamente hemos podido
comprobar nosotros. Decimos que los
animales no piensan, que la naturaleza no piensa y esto se desprende del hecho
que, nosotros somos los que contamos esa historia. ¿Te imaginas a las hormigas contando su
historia y diciendo que ellas son la raza superior porque ningún otro ser en
comunidad puede hacer lo que ellas hacen? La soberbia es un veneno que
lentamente nos mata y nos mantiene esclavos de lo humano.
Desde
lo humano queremos hacerlo todo y quizás ese es nuestro error. Aun el Salmo 8
habla desde nuestra humanidad: ¿Qué es el hombre, qué es el ser humano, por qué
lo recuerdas y te preocupas por él? Pues lo hiciste casi como un Dios….
Y
preguntaría yo:
¿Qué
es la energía? ¿Qué es la célula, por qué nos ayuda a vivir? ¿Qué es el sol y
qué es la luna? Por esto es que no veo
mucha separación entre Religión y Ciencia, porque en ambas se comete el mismo
error, lo humano es lo mejor. Seremos siempre inferiores mientras no seamos
capaces de ver el mundo más allá de nosotros.
Dios
nos dice: ámenme. Para amarle tenemos
que amar su creación. Y en la Gran Comisión que se nos presenta en el evangelio, Jesús Cristo nos dice cómo hacerlo. Resumido nos dice el evangelio:
1.
Vayan a todas las naciones.
2.
Hagan discípulos.
3.
Bauticen.
4.
Enseñen.
Y
finaliza con una promesa: *Y yo Cristo estaré con ustedes siempre.
Para
nada es casual que el primer domingo después de Pentecostés nos recuerden este
mandato vital que aunque se ve simple, requiere organización, constancia,
perseverancia y compromiso para lograrse.
Pedimos
renovación del Espíritu Santo ¿para qué?
Viéndolo desde Dios, ¿por qué he de darte recursos y talentos abundantes
si tú no has probado que quieres ponerlos a dar fruto?
¿Estamos
dispuestos de verdad a desarrollar la Gran Comisión?
Realizar
esta comisión puede que implique que cuestionemos y confrontemos el camino por
el que va nuestra Iglesia. Pablo en su
epístola hoy, muestra descontento con la Iglesia de Corinto y hasta sarcástico
es, diciendo, yo no soy un súper apóstol. Les echa en cara que ellos no habían
tenido que cargar con él. Cuando
emprendamos el camino a hacer lo que Cristo nos pide, vamos a incomodar, vamos
a crear malas caras y sentimientos y eso nos creará estrés y problemas no
queridos. Pero Cristo sabiendo esto, nos garantizó que estaría con nosotros. Su
convicción y entrega lo llevó a la cruz, es normal entender que siguiendo su
camino encontraremos mucha resistencia.
No toda Iglesia edificada está siguiendo a Cristo. No todo templo
levantado en el cristianismo hace su labor. El problema más grande que tiene
nuestra Iglesia, su resistencia más grande está dentro de ella, no afuera.
Hacemos
la labor de Cristo cuando en el camino vemos que Dios bendice los frutos del
trabajo y nos ofrece los recursos necesarios para seguir.
Este
domingo también conocido como de la Trinidad tiene mucho que darnos si queremos
salir de nuestra zona cómoda. Pero les
invito a ver no solo a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo como se nos enseñó.
Sino que la Iglesia de la que formamos parte también pasa por esas etapas en su
vida. La Iglesia es madre y padre, es hijas e hijos y espíritu. Lamentablemente
nos hemos quedado estancados en uno de esos momentos y no salimos de las
paredes del templo y no nos quema con fuerza el IR, y HACER DISCÍPULOS, BAUTIZAR
y ENSEÑAR. No nos quema por dentro la pasión de hacerlo.
Vamos
a la Iglesia a entretener, entretenernos y no queremos entrenarnos. Al
entrenarnos tenemos que practicar el conocimiento aprendido, luego evaluar y
hacer ajustes y finalmente volver a empezar. Y el proceso sigue. Los procesos
no se darán sin apertura y disposición de cambio.
Y
aquí cito nuevamente a Pablo en Romanos 12:2 →“No vivan ya
según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de
pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad
de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.”
Queremos
seguir diciendo ¡Wao! Cómo predica, cómo canta, cómo danza, y viste ¿qué bien
actúa? Mi gente, esa no es la Iglesia de Cristo. Sí, es bueno elogiar y edificar
pero todo tiene que estar integrado con todas las áreas de la práctica de la
Iglesia como se enseñó en la Didajé y la Iglesia de las primeras personas
cristianas.
Dios
quiera que empecemos a tomar esto más en serio.
Amén.
RD
Carlos Austin
Viernes
9 de junio de 20174. 1047am.
Panamá, Panamá.
