lunes, abril 30, 2012


Mateo 5:1-10

Dios Habla Hoy (DHH)
Al ver la multitud, Jesús subió al monte y se sentó. Sus discípulos se le acercaron, y él tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:

Lo que realmente cuenta ante Dios

«Dichosos los que tienen espíritu de pobres,
porque de ellos es el reino de los cielos.
»Dichosos los que sufren,
porque serán consolados.
»Dichosos los humildes,
porque heredarán la tierra prometida.
»Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque serán satisfechos.
»Dichosos los compasivos,
porque Dios tendrá compasión de ellos.
»Dichosos los de corazón limpio,
porque verán a Dios.
»Dichosos los que trabajan por la paz,
porque Dios los llamará hijos suyos.
10 
»Dichosos los perseguidos por hacer lo que es justo,
porque de ellos es el reino de los cielos.


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La palabra de Dios es así, exacta y clara. Ciertamente los que tienen el corazón limpio ven a Dios.

Los que trabajan por la paz y la promueven son vistos como hijos de Dios.
http://jmacrojeva.blogspot.com/
Este mundo se complica tanto día con día, que la acción de Dios en él, cuesta ser vista.  Es como cuando, conducimos un vehículo grande, pesado, todo terreno o de carga en donde hay que meter los cambios de forma especial y manejarse con complicaciones técnicas y luego, al regresar a nuestro mini auto, nos sentimos extraños porque queremos seguir con el mismo nivel de complicación y nos cuesta sólo manejar con simples movimientos de una palanca de cambios.

Las beatitudes son un mapa para conocer a las personas y lo que Dios tiene prometido para ellas. 

Meditemos en cada una de ellas. Son 8. Y prestemos atención sobre dónde nos vemos. Mientras más claro veo las beatitudes, o las dichas en mí, con más claridad identificaré las virtudes en los y las demás.

Y recuerda, lo que el mundo sólo ve como valores, para el guerrero espiritual en Cristo Jesús, SON ARMAS ESPIRITUALES.

Que nos acercan a Dios y su verdad.

beatitud s. f.
  Estado de paz espiritual, tranquilidad y felicidad: está en un estado de sosiego y beatitud absoluta.
  En la religión católica, bienaventuranza, felicidad eterna.