jueves, diciembre 31, 2015

Estamos a la espera de un nuevo comienzo.

Algunos de nosotros iremos a misa a compartir con amistades y familia, otros irán a bailar en distintas partes. Estamos a la espera de un nuevo comienzo y los gustos son variados en cuanto a cómo decidimos esperarlo.  Algunas personas lo harán en casa otros no. También hay personas que les toca esperar este momento especial laborando. Lo cierto es que Dios llena todos los espacios donde podamos estar. 

Las lecturas de hoy que tocan para despedir el año que ya pasó y el que viene están llenas de sabiduría. Una gran bendición inicia toda la travesía en el libro de Números 6:22-27.

Señor Soberano Nuestro inicia la lectura del Salmo 8 y ciertamente es así: Dios, tú nombre domina toda la tierra.  La epístola a los Gálatas nos recuerda que ya no somos esclavos que somos más bien hijos, hijas de Dios y que como tales somos herederos de Dios: Gálatas 4:4-7.  En el evangelio Jesús y su nacimiento son el centro, específicamente cuando se resalta que fue presentado a los ocho días y fue circuncidado según la tradición y la ley judía y su nombre fue nombrado y fue Jesús, como el ángel lo había vaticinado. San Lucas 2:15-21.

¿A qué te invitamos en el nuevo comienzo, 2016?

Jesús tiene distintas formas de manifestarse. 
Jesús es la roca. Las rocas hablarán de ser necesario si nosotros, nosotras no hacemos los que nos toca en el nombre de Jesús.  Lo dijo en Lucas 19:40.
En Mateo 21:22 nos recuerda que él fue la roca que los constructores rechazaron y que por tanto pasó a ser la roca principal. Así mismo es hoy la roca principal de nuestra vida.

Jesús la Roca de mi fe.
Hablamos de rocas porque tenemos que ser fuertes, solidos y consistentes como ellas para poder ejemplicar la fe de Jesucristo. A pesar de que Dios nos ve como niños, niñas, no debemos buscar actuar siempre como lo hacen ellos. Debemos entender la importancia de nuestra madurez para tener la roca de la fe en Jesús. Nuestro primer regalo en el nuevo comienzo → Roca de Fe: Jesús. (puño cerrado)

Jesús fue un excelente representante de su identidad. Pero se ve que entendía su presencia su ser como algo integrado y no algo dividido como nos vemos hoy. Dios nos ve desde arriba como siempre queremos creer y la forma que nos ve es una en donde nuestro pasado, presente y futuro es uno. Él sabe que nuestras acciones actuales pueden resignificar lo que pasó y mejorar lo que vendrá. Somos más que nuestro nombre y nuestro cuerpo. Somos en una sola definición lo que dice Marcos 12:29-31. 
identidad cristiana
Somos: Amar a Dios con todo, todo, todo, mientras amamos a toda su creación, a nuestro prójimo como lo hacemos con nosotros mismos. Somos AMAR.  El símbolo del pulgar arriba nos sirve para simbolizar este mandato que en realidad es misión cristiana. Cuando extendemos la mano señalamos al prójimo y a la creación de Dios, mientras nuestro pulgar que es tan útil para que podamos agarrar, tomar cosas señala arriba, donde nos gusta pensar que está Dios. Los otros dedos nos recuerdan que, nosotros somos la clave de ese amor que Dios en Jesús nos manda a ejercer.
Nuestro segundo regalo: Identidad Cristiana.

Jesús marcó la historia porque fue un paradigma transformador. Una de sus habilidades aun antes de nacer fue, que fue puente en muchos sentidos. Veamos algunos puentes que hizo.
  • Fue puente entre José y María. José no le habría creído a María a no ser de quién Jesús iba a ser. 
  • Fue puente entre los discípulos, hombres y mujeres que le acompañaron en todo su ministerio.
  • Fue puente entre distintas culturas en su tiempo.
  • Fue puente entre los judíos y los gentiles. 
  • Fue puente entre un Testamento y el otro.
  • Fue puente entre la antigua historia y la nueva. 
  • Es puente entre denominaciones y religiones.
Hoy el tercer regalo nos invita a que en el 2016 formemos puentes entre las personas que nos rodean. Construyamos puentes y no paredes, no murallas. Algunas personas han construido tantas paredes a su alrededor por todos los lugares que van, que han dejado una inmensa huella de laberintos. 

Seamos puentes que ayuden a explotar el poder de las buenas relaciones que pueden haber entre todas las personas. 

Primer regalo: Jesús mi roca de fe.
Segundo regalo: Mi identidad cristiana que es una integral.
Tercer regalo: Seamos puentes.

Estos tres regalos te ofrecemos en el nuevo 2016. Procura escribir tu historia con hechos inspirados en el amor de Jesús Hijo de Dios. Te gustará.

Paz y bien en tu nuevo comienzo.


Carlos A. Austin Th.
Panamá, Ciudad de Panamá. 
www.gotasdeamordejesus.blogspot.com