Entrelazados.

San Lucas 23: 26-31

26 Cuando le llevaban, tomaron a un cierto Simón de Cirene que venía del campo y le pusieron la cruz encima para que la llevara detrás de Jesús. 27 Y le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres que lloraban y se lamentaban por El. 28 Pero Jesús, volviéndose a ellas, dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras mismas y por vuestros hijos. 29 Porque he aquí, vienen días en que dirán: "Dichosas las estériles, y los vientres que nunca concibieron, y los senos que nunca criaron." 30 Entonces comenzarán A DECIR A LOS MONTES: "CAED SOBRE NOSOTROS"; Y A LOS COLLADOS: "CUBRIDNOS." 31 Porque si en el árbol verde hacen esto, ¿qué sucederá en el seco?

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Simón de Cirene o El Cirineo fue, según los evangelios de Marcos¹ , Mateo² y Lucas,³ la persona que fue obligada a llevar la cruz de Jesús hasta el Gólgota, donde luego sería crucificado. Se dice que "venía del campo", y en el evangelio de Marcos se hace referencia a él como "padre de Alejandro y de Rufo". No hay ningún dato más acerca de él en el Nuevo Testamento. No aparece en el Evangelio de Juan.  Su ciudad de origen, Cirene, estaba situada en el norte de África. Según la tradición, sus hijos Rufo y Alejandro se hicieron misioneros. El hecho de que se mencione sus nombres sugiere que pudo tratarse de personajes relevantes en el cristianismo primitivo.

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     Me cuesta ver a un Jesús sufriendo lleno de sangre y dolor detenerse y seguir predicando. Aun en ese momento encontrar fuerzas para eso no me cabe en la cabeza.  Este evento que aparece en tres de los Evangelios de la Biblia forma parte de los hitos en los pasos que llevaron a la crucifixión de Jesús.  Simón no es mencionado después de esto.

A veces veo la vida como una gran paila de spaguettis en donde por naturaleza de la situación

Aunque no queramos nuestras vidas están entrelazadas. Tomado
de: http://elsecretodelaverdaderacocina.wikispaces.com/

todos los fideos se entrelazan y  se tocan, es algo que no se puede evitar. En ese contacto que tienen unas personas con otras en la paila de la vida los eventos se cruzan y a veces nos preguntamos ¿qué hago aquí, o por qué me pasó esto si yo no hice nada? 

¿Imagínense a Simón? Nadie en esa época se le habría ocurrido hablar de derechos humanos. Tuvo que hacerlo porque tuvo que hacerlo y cállese. Así fue. 

Hago pausa, pienso y en algo me emociono porque sé que yo y tú que lees, muchas veces nos hemos visto en situaciones similares; y hemos tenido que retirarnos en silencio porque esa era la mejor opción.

Todo esto sucede y de la mayoría de lo que sucede no nos damos cuenta. Alguien más está en control. Simón cruzó su vida con la de Jesús y no entendió qué pasó ni por qué.  En ese mismo instante, en ese preciso momento el sembrador celestial, el creador supremo de todo . . . 

•  soltó algunas semillas que fueron sembradas en el suelo de las vidas de personas que sufrían.
• entrelazó unas vidas con otras.
• algunas semillas murieron y a su manera dieron fruto... 

De lo que podemos estar seguros es que nada de lo sucedido fue en vano. Hoy aprendemos de todas esas experiencias. 

Hoy la vida continua y los fideos de la gran paila de la vida siguen entrelazándose lo queramos o no. Las semillas siguen siendo sembradas. No podemos vivir aislados por más que tratemos y los principales mandamientos de nuestra religión nos invitan a algún tiempo a solas con Dios y mucho tiempo en compañía de toda la creación.

Lo importante al final siempre será que, aún cuando no entendamos tengamos siempre esa comunión con Dios que nos permita pensar y ver con claridad lo que sucede en el momento que pasa y así poder ser consecuentes con lo que Dios quiere que hagamos. Jesús sigue dando frutos hoy y nos invita constantemente no a entender necesariamente lo que nos pide, si no más bien a hacer lo que nos pide.  

La Biblia está llena de personajes que hicieron lo que Dios mandó aun a regaña dientes, pero lo hicieron. Nuestra obediencia a Dios no puede estar condicionada por nada. Y el hecho que obedezcamos no quiere decir que todo irá bien, que no habrán problemas.  Todo lo contrario, si quieres problemas bienvenido al cristianismo. Pero lo que sí es cierto es que Dios te equipa y arma con lo que necesitas y así sentirás felicidad plena porque sabes quién te acompaña.

Dejemos la lógica para otros, más bien entendamos lo que Dios nos dice directamente a nuestras vidas y aceptemos en fe primero.  Simón llevó la cruz. Quizás esa cruz era parte de la suya. Hoy nosotros debemos llevar la nuestra, con la claridad de que nuestra cruz es la invitación a hacer misión a ayudar y servir. 

Eso hizo Simón, sirvió.

Eso debemos hacer tu y yo.

En el nombre de Jesús Cristo....

Amén.

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