sábado, julio 06, 2013

Buen discipulado.

Hechos 9:10-19

Nueva Versión Internacional (NVI)
10 Había en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor llamó en una visión.
—¡Ananías!
—Aquí estoy, Señor.
11 —Anda, ve a la casa de Judas, en la calle llamada Derecha, y pregunta por un tal Saulo de Tarso. Está orando, 12 y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista.
13 Entonces Ananías respondió:
—Señor, he oído hablar mucho de ese hombre y de todo el mal que ha causado a tus *santos en Jerusalén. 14 Y ahora lo tenemos aquí, autorizado por los jefes de los sacerdotes, para llevarse presos a todos los que invocan tu nombre.
15 —¡Ve! —insistió el Señor—, porque ese hombre es mi instrumento escogido para dar a conocer mi nombre tanto a las *naciones y a sus reyes como al pueblo de Israel. 16 Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi nombre.
17 Ananías se fue y, cuando llegó a la casa, le impuso las manos a Saulo y le dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.» 18 Al instante cayó de los ojos de Saulo algo como escamas, y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado; 19 y habiendo comido, recobró las fuerzas.
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discípulo, -la s. m. y f.
1   Persona que recibe enseñanzas de un maestro o que sigue estudios en una escuela: Jesús de Nazaret tuvo muchos discípulos, de los cuales doce fueron los apóstoles.
2   Persona que estudia, sigue y defiende las ideas y opiniones de una escuela o de un maestro, aun cuando pertenezca a una generación muy posterior: como discípulo de Kant, defiende sus teorías con conocimiento y pasión. (http://es.thefreedictionary.com/disc%C3%ADpulo)
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     Lo místico y hasta sobrenatural de algunas experiencias es algo que forma parte de la vida de la primera Iglesia. Lamentablemente hoy le damos otro tono a esa conversación sin saber que en el poder de Dios los sueños, los ángeles, las visiones y todo lo relacionado son parte de su creación. Personas que tienen este tipo de experiencias muchas veces no tienen un lugar dentro de la Iglesia con personas capacitadas y entendidas sobre el tema. Y muchas veces las que sí tienen este espacio no tienen la formación teológica que ayudaría a no caer en corrientes no convenientes.

Este acto de obediencia da lugar a que hoy muchos conozcamos a Dios.
Imagen tomada de: http://blogdoisraelbatista.blogspot.com/2011/07/irmao-saulo.html
Una vez más se cita el ejemplo de alguien que no entiende la orden de Dios pero que al final obedece. Ananías, judío de origen que vivía en Damasco, es quien bautiza a Saulo quien después será conocido como Pablo. Saulo perseguía a cristianos y cristianas, era una época en donde la Iglesia era vista como una secta, la de los "cristianos" como nos llamaron por primera vez despectivamente en Antioquía.  

Ananías, según una tradición bizantina se cree que fue uno de los 72 discípulos de Jesús (Lucas 10,1) y que luego de la lapidación de Esteban (el primer mártir del cristianismo según la Biblia y uno de los primeros diáconos.) fue consagrado Obispo de Damasco, hoy en día Siria. Mientras predicaba el gobernador Licinio lo condena a muerte y también muere lapidado; también es mártir de la Iglesia.

Al parecer, un simple gesto de obediencia permite que hoy los que no somos personas judías tengamos una experiencia con Dios.  A Ananías se le dijo que fuera e impusiera sus manos bautizando a Saulo que por su parte había visto en sueños que esto sucedía.  Todo el Nuevo Testamento da testimonio de lo que sucedió después, todo gracias a que alguien decidió obedecer. 

El enfoque inadecuado que tenemos en nuestras vidas y por ende en nuestras iglesias tienen que ver con el hecho de que no concentramos nuestros esfuerzos en ser discípulos,  discípulas de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Cuestionamos muchas cosas que en el fondo son religión y no tienen nada que ver con la experiencia con Dios.

Sólo la oración constante, la obediencia y la formación comprometida permitirá que Dios siga interactuando con nosotros y con nuestra mente y corazón y así poder ser los discípulos, discípulas que nos ha llamado a ser.

Como personas discípulas nuestro llamado no es entender.

No siempre hay que entender para obedecer.

En el nombre de Jesús nuestro Salvador.

Amén.
www.gotasdeamordejesus.blogspot.com 


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