miércoles, noviembre 24, 2010

Cuando más sucio estoy, a Dios es donde voy.

Salmos 130
Cántico de los *peregrinos.


1 A ti, Señor, elevo mi clamor desde las profundidades del abismo.


2 Escucha, Señor, mi voz. Estén atentos tus oídos a mi voz suplicante.


3 Si tú, Señor, tomaras en cuenta los pecados, ¿quién, Señor, sería declarado inocente?[a]


4 Pero en ti se halla perdón, y por eso debes ser temido.


5 Espero al Señor, lo espero con toda el *alma; en su palabra he puesto mi esperanza.


6 Espero al Señor con toda el alma, más que los centinelas la mañana.


Como esperan los centinelas la mañana, 7 así tú, Israel, espera al Señor.

Porque en él hay amor inagotable; en él hay plena redención. 8 Él mismo redimirá a Israel de

todos sus pecados.
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
No importa qué hayas hecho.  O cuándo lo hayas hecho.   No importa qué sea, DIOS PERDONA. 

Si acabas de pecar, no le hagas caso a tu ser que dice, soy indigno.  Hazle caso a Dios y su Hijo Jesús y búscalo.  Búscalo inmediatamente.   Ora si acabas de pecar.  Ora siempre.  Pero, si acabas de ofender a Dios, es cuando más lo necesitas.


No debemos alejarnos porque nos sintamos sucios, o porque no cumplimos con algo, ni porque pecamos contra alguien.  Al contrario cuando peques, busca a Dios desesperadamente.  Y no pares de buscarlo. 

Llora, siente, habla, busca a Dios.  Él siempre te recibirá.

Esto no es una excusa para salir a pecar o sentirnos bien por hacerlo.  Es un recorderis porque no hay nada que podamos hacer que pueda borrar el sacrificio de la sangre de su Hijo Jesús.

Por eso cuando más sucio me siento, o más sucio estoy....., Dios es, donde voy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario