domingo, marzo 05, 2017

A falta de concreción, preparación.

Para hoy: Comienzo de semana, domingo 5 de marzo de 2017.

Génesis 2:15-17 (DHH)  “15 Cuando Dios el Señor puso al hombre en el jardín de Edén para que lo cultivara y lo cuidara, 16 le dio esta orden: «Puedes comer del fruto de todos los árboles del jardín, 17 menos del árbol del bien y del mal. No comas del fruto de ese árbol, porque si lo comes, ciertamente morirás.”

Mateo 4:11 “Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto, para que el diablo lo pusiera a prueba.”

Desde el momento que la vida se dio en el universo, automáticamente atado a  ella nacieron reglas que a la vez son límites. Desde el momento de la creación de todo, indistintamente de cómo se produce, tenemos que interactuar con todo lo creado. Esa interacción impone límites a nuestra existencia y la existencia de todo lo creado. No somos soberanas y soberanos de la creación, bien nos dice la lectura del libro de Génesis de hoy, “Dios puso al hombre para que cultivara y cuidara la tierra.”


No tenemos dominio sobre la tierra, no estamos llamados a controlar ni someter y tampoco somos cocreadores, somos parte de esa explosión vital de vida que emergió en un momento del inmenso pasado y así como el agua y los árboles tienen sus funciones, a nosotros nos toca nuestra parte.


Debemos ayudar a que la armonía y el balance se preserven.

La muerte de la que se habla en el inicio cuando el hombre rompe el pacto con Dios es mucho más profunda que la muerte de una persona, es la muerte de la humanidad como parte de la creación por no preservar el respeto y el cuidado que le tocaba y nos toca ejecutar.


http://www.arweb.com/chucherias/editorial/soluciones-efectivas.htm
Las pruebas y tentaciones, en síntesis las situaciones normales de la vida, siempre estarán presentes en nuestro día a día. Jesús no escapó a esto y en su justa dimensión, tuvo que enfrentar sus gigantes. Cada uno de ellos pudo Jesús, identificarlos con nombre citando la escritura y recordando su relación con Dios. Y luego de esto que constituyó su tiempo de preparación, salió Jesús a predicar las buenas nuevas de Dios.

Tú y yo tenemos necesidades, por lo tanto enfrentaremos nuestros gigantes y en ese proceso si sabemos poner a Jesús primero, seremos fieles a Dios. No podemos vencer a las y los gigantes del pecado con nuestra propia voluntad y fuerza. Ten presente que a falta de concreción, preparación. Mantente en preparación mientras no se concreta aquello por lo que vives. Transforma aquello que es duro para ti, aquello que te golpea, en experiencias de aprendizaje. Y luego de cada situación sal y da testimonio de Cristo Jesús, predicando sus buenas nuevas.


Recuerda: cuando algo no se da en nuestra vida es porque necesitamos seguir preparándonos.  Que Cristo Jesús nos ayude a enfrentar nuestros gigantes por medio de nuestra constante preparación. 

Te dejo con estas preguntas ¿Por qué vives? ¿Para qué vives?

Paz y bien.  Amén.

R.D. Carlos Austin (21:26)

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