lunes, marzo 07, 2011

Seamos congruentes

Hebreos 1:1-6

El Hijo, superior a los ángeles
1 Dios, que muchas veces y de varias maneras habló a nuestros antepasados en otras épocas por medio de los profetas,2 en estos días finales nos ha hablado por medio de su Hijo. A éste lo designó heredero de todo, y por medio de él hizo el universo.3 El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la *derecha de la Majestad en las alturas.4 Así llegó a ser superior a los ángeles en la misma medida en que el nombre que ha heredado supera en excelencia al de ellos.


5 Porque, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: «Tú eres mi hijo; hoy mismo te he engendrado»;[a] y en otro pasaje: «Yo seré su padre, y él será mi hijo»?[b] 6 Además, al introducir a su Primogénito en el mundo, Dios dice: «Que lo adoren todos los ángeles de Dios.»[c]

||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||

Las personas de Dios debemos inspirarnos en el ejemplo que Dios da en su relación con su hijo Jesús. En una dimensión diferente podemos ver cómo Dios tenía un propósito para su Hijo y toda la humanidad desde el comienzo.

La paternidad-maternidad responsable inicia mucho antes de la concepción de un hijo.  Quizás lo más importante de la relación de Dios Padre con Dios Hijo es el ejemplo que da Dios y a su vez cómo el Hijo, salvándonos a todos y todas, reafirma y se gana su sitial eterno al lado del padre.  ¿Congruencia divina quizás...?

Jesús es la voz que debemos estar escuchando hoy día. Haciendo que, esta palabra impregne todas las facetas de nuestra vida y nuestro conocimiento.  Haciendo esto mientras buscamos insistentemente a Jesús, la obligación seguida será el ser congruentes.

Ser congruentes no es más que ser lo que Dios quiere que seamos, para luego actuar conforme a lo que somos. Por añadidura nuestro fruto será lo que Dios quiere.

Ser lo que Dios quiere es serle obedientes. Para serle obedientes debemos conocerle, conocer sus mandatos. Insistiendo en este estudio, actuaremos conforme a este conocimiento.

Y por añadidura Dios y su Hijo y el Espíritu Santo y todos sus ángeles y seres espirituales estarán ayudando a que mantengamos ese camino.

No importa qué, seamos insistentes en buscar a Dios, primero. Seamos congruentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario